“Ningún hombre realmente se convierte en un tonto hasta que PARA DE HACER PREGUNTAS. ” —Charles Steinmetz, matemático e ingeniero electrónico americano-alemán
¿POR QUÉ, PREGUNTAR POR QUÉ?
Mitch Ditkoff, quien escribió un post en nuestro blog en íngles www.leadingwithquestions.com, compartió los beneficios de preguntar “Por qué” cinco veces: Hace unos años, hubo un gran problema en uno de los monumentos más importantes de los Estados Unidos – el Monumento a Jefferson en Washington, DC. Simplemente los pájaros – en grandes cantidades – se estaban defecando “
por todas partes, lo que causaba que la visita al monumento no fuera una experiencia muy agradable. Los intentos de solucionar el problema causaron aún más problemas, ya que los detergentes que se usaron para limpiar comenzaron a dañar el monumento. Afortunadamente, algunos de los gerentes de los Parques Nacionales asignados a este caso, empezaron a preguntarse POR QUÉ, – diciendo: “¿Por qué el Monumento a Jefferson fue más afectado por los pájaros que los otros monumentos?” Un poco de investigación reveló lo siguiente: Los pájaros se sentían más atraídos al Monumento a Jefferson por la abundancia de arañas – un manjar delicioso para los pájaros. Las arañas se sentían atraídas al monumento por la abundancia de jejenes (insectos) que anidaban allí. Y los jejenes se sentían atraídos al monumento por las luces.
Resulta que los jejenes prefieren procrear en lugares iluminados – y como las luces del Monumento a Jefferson se encendían una hora antes del anochecer, esto creaba un ambiente de iluminación que a los jejenes les fascinaba. Entonces, así eran las cosas. Los jejenes se sentían atraídos por la luz. Las arañas se sentían atraídas por los jejenes. Los pájaros se sentían atraídos por las arañas. Y los trabajadores de los Parques Nacionales, aunque no necesariamente se sentían atraídos por la materia fecal de los pájaros, se sentían atraídos a que les pagaran – de manera que ellos usaron muchas horas de trabajo (y dinero de los contribuyentes) para limpiar el monumento. ¿Cómo se resolvió la situación? Muy sencillo. Después de revisar la curiosa cadena de eventos que determinó el problema, tomaron la decisión de encender las luces cuando ya era de noche en el Monumento a Jefferson. Ese retraso de una hora fue suficiente para
arruinar el ambiente de iluminación que a los jejenes les gustaba, por lo que decidieron ir a tener sexo en otra parte. Sin jejenes, no había arañas. Sin arañas, no había pájaros. Sin pájaros, no había material fecal. Sin material fecal, no había necesidad de limpiar el Monumento a Jefferson tan seguido. Caso cerrado. Funciona de esta manera:
• Identifique el problema que está teniendo.
• Pregunte “¿POR QUÉ está sucediendo?” Obtenga una respuesta.
• Luego pregunte “¿POR QUÉ” esto? Obtenga una respuesta.
• Y haga la pregunta nuevamente “¿POR QUÉ” esto? – Y así sucesivamente, cinco veces en total
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